Diseñado en 1920 por los arquitectos Ernesto Holzmann (padre e hijo), sobre terrenos que alguna vez pertenecieron a la Iglesia de San Francisco, el barrio es una joya urbana cuidadosamente planeada, inspirada en la arquitectura europea del siglo XIX. Sus calles estrechas, curvas suaves, balcones y placas conmemorativas evocan recuerdos de otra época. Su arquitectura, con influencias neoclásicas y art déco, incluye detalles del modernismo europeo y ha convertido al barrio en un verdadero museo al aire libre.
Pero la historia del lugar se remonta aún más atrás. La imponente Iglesia de San Francisco, ubicada justo en el límite del barrio, es el edificio más antiguo de Santiago del que se tiene registro. Inaugurada en 1618, ha resistido terremotos y modernizaciones, manteniéndose como un símbolo silencioso de la resiliencia y espiritualidad de la ciudad.
En 1982, el barrio fue declarado Zona Típica, protegiendo su arquitectura única y su historia dentro del centro de Santiago.
El Barrio París-Londres y sus alrededores no es solo una postal patrimonial. Es también un nodo político, académico y cultural. Durante la dictadura militar (1973-1990), el edificio ubicado en Londres 38 fue utilizado como centro de detención y tortura por la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA). Actualmente, este lugar funciona como un sitio de memoria, recordando a las víctimas de la represión y fomentando la reflexión sobre los derechos humanos en Chile.
Además, aquí conviven sedes de distintos partidos políticos e instituciones como la Universidad de Chile, el Instituto Nacional y la Corporación Patrimonio Cultural de Chile. Este cruce de memorias y saberes le otorga al barrio una vitalidad singular, donde la historia no solo se conserva: se discute, se piensa y se proyecta hacia el futuro.
El barrio alberga importantes instituciones y centros de encuentro artístico. Entre ellos destacan el Centro Cultural CEINA, el Centro Arte Alameda, la Casa de Nemesio Antúnez y el recién inaugurado Espacio Londres, un nuevo epicentro cultural que busca activar la memoria y el diálogo entre generaciones.
Sus calles estrechas, curvas suaves, balcones y placas conmemorativas evocan recuerdos de otra época.