Desde presidentes hasta premios Nobel, esta casa de estudios ha sido el motor del pensamiento crítico, la innovación y el cambio en Chile desde su fundación en 1842.
La historia de la Universidad de Chile inicia en un momento clave para el país: el proceso de independencia y la necesidad de una educación moderna. Impulsada por Andrés Bello, y oficializada por el presidente Manuel Bulnes, el 19 de noviembre de 1842, reemplaza a la Real Universidad de San Felipe, que había funcionado desde 1738. Desde entonces, esta institución no solo ha sido la cuna del pensamiento crítico y la investigación, sino también el escenario donde se han gestado las grandes reformas que han definido el rumbo de Chile.
Desde 1843, la Universidad de Chile se organizó en facultades que han sido clave en el desarrollo del país, como la Facultad de Medicina, la Facultad de Humanidades y Filosofía y la Facultad de Leyes y Ciencias Políticas.
La Facultad de Medicina desempeñó un rol fundamental en el desarrollo de la medicina en Chile, con figuras clave como Eloísa Díaz, la primera mujer en Chile en obtener un título universitario, o Vicente Izquierdo, médico y académico chileno, pionero de la medicina científica en Chile.
Paralelamente, la Facultad de Humanidades y Filosofía se consolidó como un centro de formación en historia, literatura, filosofía y pedagogía, con figuras como Gabriela Mistral, Enrique Mac Iver y Pedro Aguirre Cerda, entre sus nombres destacados.
Mientras que la Facultad de Leyes y Ciencias Políticas pronto se convirtió en un semillero de líderes políticos y jurídicos, formando a presidentes como Salvador Allende, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, así como a jueces de la Corte Suprema. Con el tiempo, se convirtió en la actual Facultad de Derecho, una de las más influyentes del país.
Sin embargo, no fue el único en marcar la arquitectura de la universidad, ya que Fermín Vivaceta, arquitecto chileno formado en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (1866) –institución clave en el desarrollo tecnológico del país, donde se formaron ingenieros y científicos-, también jugó un papel clave en la construcción y planificación de varias obras públicas relacionadas con la universidad.
Durante el rectorado de Ignacio Domeyko, entre 1867 y 1883, se llevaron a cabo numerosas reformas académicas y se promovió la investigación científica. En 1877, se promulgó el Decreto Amunátegui, lo que permitió que mujeres como Eloísa Díaz, primera médica de Chile y América Latina, y Matilde Throup, primera abogada del país, pudieran ingresar a la universidad, marcando un antes y un después en la educación de las mujeres en Chile.
En 1863 comenzó la construcción de su Casa Central, ubicada en plena Alameda. Su diseño neoclásico, con grandes columnas y un imponente patio central, fue obra del arquitecto francés Lucien Hénault y de Fermín Vivaceta
¿Sabías que la Universidad de Chile ha formado algunos de los líderes más influyentes de nuestro país?